Carlos Andrés Bahr nació en Buenos Aires, el 15 de Octubre de 1902, en la calle Almirante Brown, pleno barrio de la Boca. Su vocación literaria, la manifestó en el año 1934, cuando comenzó a interesarse en la música popular. Con Alfonso Gagliano, un bandoneonista del barrio natal, comenzó a escribir algunos temas, como el vals “Cartas viejas” y el tango “Algo bueno”. Esto ocurría por 1934 o 1935. Un año después, su vinculación con otro bandoneonista, Roberto Garza, le hizo afianzarse escribiendo versos y con él compuso su primer éxito, el tango “Fracaso”, que llevó al disco la reconocida cantante Mercedes Simone el 21 de abril de 1936.

Una de las más exitosas temporadas de Carlos Bahr fue cuando en los años “de oro” del tango, en la decada del 40, comenzó a escribir con el pianista Manuel Sucher. De esta asociación artística surgieron innumerables éxitos como “En carne propia”, “Prohibido”, “Precio”, “Muriéndome de amor”, “Nada más que un corazón” y el inolvidable “Dónde estás” ejecutadas y grabadas por los más importantes intérpretes de la época.

En Rosario, el 24 de abril de 1909, nació José Sala, músico, compositor y arreglador. Desde muy joven comenzó sus estudios de música, destacándose en la ejecución del violín y piano, debutando en 1930 con la orquesta del maestro José Güenna, en la que tocaba el bandoneón Juan Razzano. Con este último compuso su primer éxito, “Amor Imperial”, llevada al disco por la famosa orquesta de Roberto Firpo, quién grababa en sello “Odeón”.

En 1933 forma su primera orquesta típica y debuta en unas quermeses que se realizaban en clubes de la ciudad. Al año siguiente, debuta con su conjunto típico con el vocalista Alberto Ravel, por la emisora radial L.T. 3 que dirigía don Miguel Galán Carrillo, y en 1935 se incorpora el cantor Oscar Grassi. En 1936 fue llamado para colaborar en la parte musical de una película que se rodaría íntegramente en Rosario, escribiendo varias canciones para este Film que se llamó “Viejo Barrio”, donde intervinieron destacados elementos, el cantor Florentino, Ricardo Faglia, la cancionista Juanita Larra y Argentina Rojas y la famosa pareja de bailes José Scudin y Sra. En la parte musical de esta primera película sonora local, actuaron muchos destacados músicos rosarinos, integrando una gran orquesta gigante que ejecutó un Tango-Milonga del cual José Sala es autor, titulado “Todavía estás a tiempo” que bailó la pareja de bailes citada.

En 1937, Don Amadeo Maliandi lo llama a integrar el elenco de L.T. 1 y es allí donde debuta como cantor de su orquesta Pedro Bassini. En 1938 Miguel Capuano Di Pierre, Américo Restaino y Pedro Bruno, todos del desaparecido diario “La Tribuna” le entregan un argumento para componer y luego interpretar la música de una comedia musical. La obra titulada “Bohemia estudiantil” se estrena con este elenco: Silvia Rubens, Silvia Ballesteros, Roberto de Negri, Amadeo de Fonzo, Cesar Campos, Alberto Rivera, Ricardo Valdez, Ricardo Gomez, Pedro Bassini, Nobleza Cassini, Rosita Medrano, Miguel Angel Cárcamo y Norberto Blesio, que en ese tiempo era animador y se hacía llamar Tito Torres. La prensa local comentó elogiosamente esta obra, su música, su argumento, su puesta en escena y la labor de sus intérpretes, pero el público rosarino demostraba su indiferencia a tan enorme esfuerzo.

En 1940 vuelve a consagrarse por entero a su orquesta actuando por L.T. 3 hasta 1943, teniendo como vocalista a Pedro Bassini, alternando Ricardo Valdez y la cancionista Evita Castro. En dos oportunidades, 1946 y 1953 actuó con su popular orquesta típica en los calificados programas de LR3 radio Belgrano de Buenos Aires, especialmente contratado por su entonces propietario Don Jaime Yankelevich, habiendo merecido los mejores elogios de la prensa especializada. Actuó en el famoso “Tango Bar” de Buenos Aires, contando en aquella oportunidad con la colaboración de dos notables cantores: Alfredo Belusi y Carlos Yanel (luego Siro San Román), alternando dicho palco orquestal con la típica que dirigía el prestigioso músico Osvaldo Pugliese.

Fue contratado en el año 1953 por Columbia Argentina, donde grabó 12 discos en 78 revoluciones por minuto, entre ellos se destacan los temas “9 de Julio” y “Adiós, muchachos”, registros hoy prácticamente inhallables y que son parte de la historia de la música popular de nuestra ciudad. En esa oportunidad utilizó una orquesta formada por cuatro violines, viola, violonchelo, cuatro bandoneones, piano, bajo y dos vocalistas. Muchos de estos éxitos fueron reeditados por Columbia de Japón, Brasil, México, Centro América, Estados Unidos y la Phillips de Europa. Luego pasó al sello T.K. donde efectuó magníficas grabaciones, algunas de las cuales fueron reeditadas por el sello de Cuba y Estados Unidos: Kubaney.

Algunos de sus temas alcanzaron un particular suceso, como “Cada tango un recuerdo”, “Hasta el final”, “Arañando los 50”, “Humildemente”, “Una locura de amor” y muchas otras composiciones que han sido grabadas por distintos intérpretes como ser: Canaro, Firpo, Brunelli, Mercedes Simone… Uno de sus inolvidables tangos, “Jamás me olvidarás”, que compuso con el gran escritor Carlos Bahr, fue llevada al disco, en notable interpretación por Edmundo Rivero y la gran orquesta típica de Carlos Figari, José Sala, que murió el 23 de junio de 1987 a los 78 años de edad, fue sin duda alguna, una de las grandes figuras del tango de Rosario y del país.

Edmundo Rivero, nació en Valentín Alsina (Partido de Lanús) Buenos Aires, el 8 de junio de 1911. Se formó en la música clásica, estudiando canto y guitarra en el Conservatorio Nacional del barrio de Belgrano. Llegó a ser uno de los cantantes, guitarrista y compositor de tangos, más reconocido en el mundo artístico. Su carrera tanguística se inicia con José de Caro, y en 1935 se une como vocalista a la orquesta de Julio de Caro. Luego haría parte de otras orquestas, como las de Horacio Salgán y Aníbal Troilo, imponiendo su registro de barítono y su inconfundible estilo aporteñado.

Con Troilo empezaron tocando en un baile en el Tigre. Había un lleno completo y cuando Pichuco le dijo: «Ahora usted, Rivero…», hubo algunos aplausos raros, que a Troilo le sonaron exagerados, largos… Pero Rivero cantó un tango y la gente empezó a dejar de bailar y a arrimarse al palco para escuchar a la orquesta y al vocalista…»

A fines de la década del cuarenta se perfiló como una de las voces mayores del tango. Participó en los filmes “El cielo en las manos” (1949) y “Al compás de tu mentira” (1951). En 1969 inauguró el local “El Viejo Almacén”, que se convirtió en uno de principales centros tangueros porteños.

Escribió su autobiografía en un libro titulado “Una luz de almacén”, en el que despliega una interesante defensa del lunfardo. Fue miembro de la Academia del Lunfardo. Falleció en la ciudad de Buenos Aires, a los 74 años, el 18 de enero de 1986.

“JAMÁS ME OLVIDARÁS”
Tango
Versos:Carlos A. Bahr
Música: José Sala
Intérprete: Edmundo Rivero

Apagarás tu sed en otros labios,
no colmarás tu afán en otro amor,
no encontrarás calor en otros brazos
y no hallará quietud tu corazón.
Encenderá tu afán locuras nuevas,
intentará tu ser un beso más
y cada beso más en que te enciendas
será una boca más y nada más.

Jamás me olvidarás, en tus torturas,
mi nombre es el que, a solas, nombrarás.
A mí me extrañará mi ternura
lo que en cada aventura buscarás.
Cien besos gustarás y en cada beso
más hondo mi recuerdo encontrarás
y nunca tendrás paz, por qué me amaste,
y a nadie nunca más podrás amar.

Te tentará el amor con sus sonrisas
y cada noche más te aturdirá
y al despertar, sin fe, tras la caricia
a solas, más que ayer, te sentirás.
En el dolor sin fin del desengaño
te sentirás rodar sin ilusión
y no hallarás jamás el beso ansiado
que pueda al fin curar tu decepción.