-Que haces papi?…

-… firmando un contrato… para un baile en San José de la Esquina….
-San José de la Esquina?… Es muy lejos?…
-No… aquí cerca… en la Provincia de Santa Fe…

Y mientras conversábamos, ponía el contrato en un sobre y llegaba el momento que me fascinaba… el lacre y el sello de metal…

-Dejame tratar, papi!…

Y detrás del “tratar” venía la pequeña pero dolorosa quemadura… Después venía la ida al Correo Central. Me tomaba de la mano y cruzábamos la Plaza 25 de Mayo y subíamos la imponente (para mi) escalinata del majestuoso edificio.

Papá y Yo

Papá y Yo

Me sentaba junto a él con una partitura en blanco garabateando notas, negras, blancas y corcheas… imitándolo cuando escribía las “partes” para la orquesta. En la mesa, diez o doce hojas pentagramadas, que iban llenándose de acordes melodiosos, dejaban solamente un reducido espacio para mi. Y cuando terminaba de escribir tres o cuatro líneas lo interrumpía pidiéndole que tocara en el piano lo que yo había escrito.

La hermosa melodía surgía y yo, aunque un niño, sabía que no podía haber escrito eso. Y le pedía

-No papi… tocá bien… lo que escribí…

Una desastrosa mezcla de acordes incoherentes fluían de sus manos en el teclado y ambos nos matábamos de risa!…

Y en aquellos ensayos de la orquesta, en la sala que daba a la calle Laprida, con las persianas y puertas de esos hermosos balcones abiertas de par en par, me solía quedar parado en uno de ellos, escuchando la magia de las “melodías tangueras” … Y el tranvía se detenía unos minutos para escuchar también  y la gente se paraba en la acera frente a los balcones… y yo respondía solamente:

-Es la Orquesta de José Sala…

Orquesta de José Sala , año 1956

Y a los catorce fuimos juntos por mis primeros “largos”… el primer conjunto para ir a la secundaria, pantalón gris, saco azul… Y el primer traje en Casa Muñoz!….

Y un poco más adelante, trabajando yo en SADAIC, caminando por Calle Córdoba, demorábamos más de una hora por los encuentros con colegas y admiradores que nos interrumpían a cada momento…

Y…. Y muchas cosas más que recuerdo de nuestra juventud, mis hermanos Juan Julio y Aldo Pedro… a su lado, escuchando, aprendiendo y comprendiendo muchas cosas que todavía resuenan en mi cabeza…

Y sí, lamento mucho no haber sido más preguntón, haber llegado a conocer mucho más de lo que sé de mi padre, sus íntimos pensamientos de niño y de joven, y a través de él, de mis abuelos y demás familiares colaterales en la querida y siempre anhelada Sicilia,

Hoy se cumplen ciento trece años de tu nacimiento, papi, y como siempre te recuerdo sonriente, amable, cariñoso y según nuestro comportamiento, serio, enérgico y tratando siempre de corregir nuestros errores…

Estarás rodeado de tu familia, mamá, Aldo y Julio… los “nonnos” y todos los que se nos han anticipado en el viaje al cielo… y con tus colegas, músicos y vocalistas, dirigirás una orquesta gigante con un coro celestial armonioso y vibrante…

Felíz cumpleaños, papi… Besos al cielo!… Y que descanses en paz!…

José Osvaldo (Cacho) Sala

Abril 24, 2022

 

JOSÉ SALA
Rosario, 24 de Abril de 1909
Rosario, 23 de Junio de 1987