La “escapada a Buenos Aires”!…

Corre el año 1955 y, de sobre mesa, papá y yo, estamos planeando qué vamos a hacer para festejar el cumpleaños de mami, el próximo 16 de Septiembre.

-Estás un poco destemplado, papi… -le digo –tenés frío?

-No… pero, fijate, ahí en el “cristalero”, hay una botella de whiskey y algunos licores, pero yo creo que un “cognacito” me vendría bien.

Me puse de pie y fui directo al “cristalero”, tome dos copas y la botella de cognac y las llevé a la mesa. Y mientras servía la aromática bebida, surgió una pregunta que varias veces había intentado hacer:

-Papi, te arrepentís de no haberte quedado en Buenos Aires, aquella vez, cuando eras chico y estudiabas el violín?…

-Te aseguro que fueron decisiones difíciles de tomar…

-Cómo cuales?

-En primer lugar… y lo recuerdo como si fuera ahora, ese deseo que –desde chico- me había carcomido el cerebro, de ir a Buenos Aires…

-…y porqué?….

-Cacho, en Buenos Aires estaban los grandes compositores, intérpretes, músicos y poetas que hacían del tango, un “mensaje” que llegaba a todo el mundo… no había barreras… no había límites!…

-Quiere decir que era algo que estabas pensando desde hacía rato… Desde mucho tiempo antes de tomar la decisión?…

-Ohhh, sí, claro!… Tenés que comprender que yo sabía que tenía familiares en Buenos Aires. Nada menos que un hermano de mamá, el tío Domingo Sajeva y su esposa Elena… y varios primos hermanos….

-Bueno, eso significaba un buen apoyo para realizar tus planes…

-Sí, pero también era importante el hecho de que siempre había seguido, a través de profesores y estudiantes, la trayectoria de las orquestas de la “Guardia Vieja” y de las que estaban haciendo furor en la capital. Muchos decían que para triunfar había que ir a Buenos Aires….

Orquesta de José Sala , año 1956

-Y eso te daba manija!?…

-Si. Venía de las clases de música pensando solamente como hacer para poder ir, y… además sabiendo que si le pedía permiso a los viejos… me iban a decir que no… especialmente la “nonna”, que era muy apegada a nosotros… quizás el “nonno” hubiera sido más blando…

-Y por fin?…

-Por fin repasé el plan veinte veces y decidí llevarlo a cabo….

-Me imagino!…

-Vos conocés la historia!… Entonces yo no era un virtuoso del violín, pero según el profesor, tocaba muy bien, sonido, vibración e interpretación, y en parte, eso fue lo que me animó a la aventura!…

-Si… recuerdo lo que me contaste… la prueba, los pantalones largos y tu actuación en el “café concert”, pero la pregunta es: “te arrepentiste de no haberte quedado en Buenos Aires?…”

-Si… aunque no es lo mismo responder ahora, fríamente, que en aquel momento, cuando vos sabés que tu madre te está pidiendo que regreses… y todo el mundo se presta a dar su apoyo a ese ruego desconsolado que te toca el corazón… Fue difícil… tenía por delante una carrera, pero los sentimientos son mucho más fuertes…

-Quizás, si te hubieras quedado, hubieras triunfado sobre los carteles de entonces, pero, en realidad no te podés quejar… hiciste una brillante carrera en Rosario, fuiste contratado por Radio Belgrano y grabaste en los sellos discográficos más importantes, como “Columbia”, “Discos TK”… y tu música recorrió el mundo!…

José Sala y su Familia de entonces

-Es verdad… pero a uno siempre le queda la espina de saber que habría pasado, verdad?

-Así es!… Te sirvo otra copa?… Yo voy a tomar otro traguito!…

-Bueno, pero un poquito nomás!…

Seguimos hablando sobre el cumpleaños y el mío, porque a sólo siete días del de mami venía el mío, 23 de septiembre, pensando en las “picaderas” y demás delicias que podíamos poner en la mesa. Como siempre contábamos con la presencia de tíos y tías, primos y alguno que otra inesperada visita!…

Pero ese año no hubo festejos de cumpleaños y terminamos cada uno en su casa.

Recuerdo que yo había ido a lo de mi novia y cuando intenté regresar a mi casa, no había transporte de ningún tipo. Columnas de trabajadores de los frigoríficos del sur, se desplazaban para concentrarse en el centro de la ciudad.

Comencé a caminar desde Moreno y Virasoro, tomando en “zigzag” transversales y paralelas, y veía a las personas reunidas en las esquinas o en las puertas de sus casas, escuchando radioemisoras de Montevideo, y haciendo comentarios alarmantes que me hacían acelerar el paso.

Por fin llegué, escuchando a mis espaldas cantos y estribillos partidarios que se acercaban… La noche se había tornado aún más oscura… había estallado la mal llamada “Revolución Libertadora”.

Hasta la próxima, amigos!…

José O. “Cacho” Sala
Margate, Florida, USA
Diciembre, 2021.