Para nosotros, lo más importante era… y sigue siendo, la familia. Y dentro de todo lo que se compartía juntos, el almuerzo y la cena eran obligados momentos de reunión. Llegábamos del Colegio y la mesa estaba preparada. Por supuesto, el “viejo” nunca faltaba a la cita. Además de conversar, cambiar ideas, planificar y en algunas oportunidades… discutir sobre temas de actualidad, nos enterábamos de las actividades artísticas de nuestro padre.
Un día, a mediados del año 1946, estábamos almorzando y papá nos soltó una noticia a “raja-tablas” que nos paralizó por completo.
-Me contrataron para actuar en Radio Belgrano de Buenos Aires!…
-Nos vamos a Buenos Aires?… –pregunté ansioso y preocupado.
-No… no… Es solamente por dos meses… y habrá otras actuaciones también…
-Donde?…
-Actuaremos en el “Luna Park” y en el “Tango Bar”…
Mis ilusiones de viajar a Buenos Aires, se derrumbaron en un minuto… Pero la alegría de saber que papá estaría actuando en la Capital, junto a los mejores y más relevantes conjuntos orquestales del momento, me llenaban de orgullo.
De inmediato, papá comenzó a planificar todo lo concerniente a la actuación y al viaje. Lo más importante, la selección e incorporación de nuevos temas populares para la actualización del repertorio de la orquesta. Darle la oportunidad a los vocalistas, Mario Garcés y Ricardo Rojas, para que se pudieran lucir en sus interpretaciones. Los ensayos. En fin, todo eso y mucho más, mientras continuaba con las actuaciones en LT8 la filial de Radio Belgrano en Rosario.
Como si esto fuera poco, entre sus amigos y colegas, y auspiciado por el Británica Football Club, surgió la idea de realizar un extraordinario evento como despedida a papá y su orquesta con motivo de su viaje a Buenos Aires. Se reunieron en el Teatro Colón de Rosario, más de una docena de conjuntos musicales, típica y jazz, en un espectáculo y baile, como nunca se había visto antes en la ciudad. Una idea brillante, por cierto, pero que –naturalmente- demandaba atención y tiempo para su organización y desarrollo.
La gran fiesta se realizó el 24 de agosto de 1946 y el público abarrotó las instalaciones del Teatro. Fueron quince orquestas que actuaron para el deleite del público y para nuestro emocionado padre que, según sus propias palabras disfrutó de la “noche mas emotiva de su vida”. Hubo entrevistas con profesionales amigos, buenos deseos y una plaqueta de oro que el presidente del Club Británico entregó a papá.
La despedida en la Estación Sunchales fue maravillosa… Familiares y amigos acudimos a darles un “hasta la vuelta!…” sin presumir que el regreso sería a breve plazo.
La presentación fue el 1 de septiembre, pero lamentablemente la actuación se truncó a raíz de un paro general del gremio que se llevó a cabo a partir del día 4 de septiembre. A pesar de haber esperado varios días en vista a un virtual arreglo, papá y los muchachos de la orquesta, tuvieron que regresar, reintegrándose a la programación de LR8 Radio Rosario.
A pesar de la frustración por el desafortunado desenlace de la soñada actuación en Buenos Aires, siempre nos quedó la alegría de saber que la respuesta del público fue excelente y durante la actuación en el “Luna Park”, la orquesta fue ovacionada por la gente que pedía “más, más!”
Nuevos compromisos en bailes y actividades sociales, grabaciones, etc., hicieron imposible volver a reanudar la gestión con Radio Belgrano y, aunque nos quedó por siempre la espina de decirle
-“Papi, volvé a tratar de actuar en Radio Belgrano!”
siempre hubo algo que impedía el regreso a la capital del tango.
Hoy pienso que a pesar de todo, el éxito tocó a su puerta y los logros fueron inmensos dándole la satisfacción de saber que estuvo entre los mejores.
Estamos orgullosos de vos, querido “viejo” y sabemos que debes estar feliz de haber llegado a lo máximo como compositor, músico y lo más importante, como persona,
Lo del viaje a Buenos Aires?… Como sigo diciendo “por algo habrá pasado lo que pasó…”
José Osvaldo “Cacho” Sala Botello
Davie, FL. – Junio 5, 2018.
Leave A Comment