Justo Delgado, mi abuelo, fue mi fuente de inspiración con la música, junto con mis padres y mi tío padrino. Nació en el año 1903, de madre Uruguaya. Profesor nacional de música, becado con el premio de honor ”Pro historia patria” por la” asociación Nacional de Damas Patricias “ , en honor a su fervor patrio, en el año 1914.
Su trabajo en la juventud era tocar en orquestas y cines en la época del cine mudo. Acompañaba con su piano efectos de tormentas, momentos románticos, cómicos y de suspenso mientras transcurría la película. A su vez, acompañaba a cantores con su orquesta y los contrataban para amenizar fiestas y bailes.
Recuerdo escucharlo hablar de las serenatas para su novia, mi abuela, debajo el balcón en la madrugada cuando terminaba el baile, acompañado por algún colega.” Como suyo era el piano”, contaba, que” no cargaba con su instrumento, pero que si servía cuando había alguna gresca para protegerse detrás de el”. Allí rondaría cerca de los 20 años. Muy enamorado de su futura esposa le compuso un tango con su nombre “Ercilia”. Y Ella recordaba con orgullo… “Cuando entraba en algún salón donde trabajaba tu abuelo, la orquesta se detenía y me recibían con el tango Ercilia.” Pero abuelita era terriblemente celosa de las artistas, y también se preocupaba por las bronquitis de su novio por la vida nocturna y el frio, aprovecho para aconsejarle su retiro…
Una vez casados…un día le dice “Luisito, no te gustaría estudiar Abogacía?” Y él le responde “Te parece? “ Y así fue que se anotó en la facultad de derecho de la ciudad de la Plata y estudiando denodadamente se recibió de abogado en tres años .Con todo, la música siempre fue su compañera compartiéndola en familia.
Cuando era niña, compartíamos largas charlas y tardes de música. Al alrededor de las cinco de la tarde se escuchaba el piano desde su casa y yo salía corriendo a escucharlo. Recuerdo que siempre me decía ”Cuando te equivoques no pares de tocar, porque los bailarines no pueden parar de bailar.” Así fue que me enseño los primeros pasos en el mundo de la música. Otra actividad suya hasta su jubilación, fue la de profesor de música en la escuela primaria Mariano Acosta. Fue designado por un funcionario de gobierno que asistiendo a u acto escolar se emocionó por la escenificación de una composición suya “Nostalgia”. En realidad compuso varias composiciones escolares, que las cantábamos con frecuencia en nuestras reuniones familiares, ”El relojito”,” canción de cuna”,” la canción del gitano”, “El himno del instituto Bernasconi ,”,un a canción a la bandera con letra de su madre” Adiós Escuela” y otras .Incluso musicalizo la poesía de Antonio Machado con la cual yo acompañe con mi guitarra y mi canto cuando era adolescente ,las conferencias de tío Padrino sobre el Autor.
Hasta que falleció mi abuela en el ´87, todos los 25 de Mayo mi abuelo tocaba y cantábamos con riguroso respeto el Himno Nacional antes de sentarnos a comer y festejar su propio cumpleaños, que en realidad era el 27 de Mayo. Cuando terminaba siempre nos decía “Ahora si…A la mesa y la misa una sola vez se avisa”. Nunca faltaba en aquellas reuniones el Tango Ercilia ,cuyas estrofas demuestran el profundo amor y admiración por su adorada esposa, María Ercilia Rossini…
Tango ERCILIA
Letra y música: Luis Justo Delgado
A mí más querido ideal señorita María Ercilia Rossini
Niña del alma mía
La dulce calma por ti perdí
En el instante
Niña hechicera, en que te vi
El mirar de tus ojos
Rendido tiene mi corazón.
Y tu sonrisa bella
Abre las flores de mi ilusión.
En medio de mi pecho
Tu imagen llevo mi dulce amor.
Y juro amarte siempre
Blanca azucena fragante flor.
Y seré muy dichoso
Si correspondes a mi pasión
Curas con tu cariño
Esta honda herida del corazón.
Cantan alegremente las voces
Y ecos suaves
alaguen tu corazón
Vergeles, dadme las flores
Para que adornen
el dulce nido,
De mis amores.
Gracias Margarita !
Por Margarita Lado desde Hurlingham, Buenos Aires, Argentina
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