La plaza 25 de Mayo a media cuadra… Una tentación para un chico que, después de haber ido a la escuela por la mañana, almorzado con toda la familia y preparado las tareas por la tarde, “encuentra” un espacio en el día para salir a jugar y compartir con otros muchachitos de su edad. Es natural, ¿no?…

          El tiempo se nos iba rápidamente y en cuanto comenzaba a caer el sol, cada uno se encaminaba de regreso a su casa, habiendo disfrutado de unos buenos momentos de diversión.

          Un atardecer, cuando regreso a casa luego de jugar con los chicos vecinos, Jorge y Carlitos, y otros amigos, mamá me dice:

         -¿Te acordás que papi actúa esta noche con la orquesta, aquí a la vuelta?…
         -¿Cómo, aquí a la vuelta?…
         -Sí… en la “Bajada” Sargento Cabral y Urquiza….
 
         Inmediatamente me devoré un “sandwichito”  y salí de casa. Recuerden que vivíamos en Laprida entre Santa Fe y San Lorenzo, así que en pocos minutos estaba en el lugar.

          Quedé impresionado. Efectivamente, el palco había sido levantado sobre parte de la acera del lado derecho y abarcaba media calzada de la “Bajada” Sargento Cabral, un poco antes de la intersección con calle Urquiza. Una increíble multitud rodeaba el escenario, escuchando en silencio la actuación de la orquesta. En aquella oportunidad, y con un repertorio que incluía- además de los clásicos- los temas del momento,  la gente se volvía loca cuando vocalizaban Ricardo Argentino y Ricardo Rojas.

          Cada interpretación era una ovación del público, que dé pie, estuvo siempre atento a las ejecuciones de la orquesta. Y que hablar de aquellos tangos que finalizaban con fantásticas variaciones de los cuatro bandoneones. Naturalmente, me fue imposible llegar al escenario y mucho menos poder acceder al mismo. Me quedé escuchando y aplaudiendo como un admirador más, mientras que a medida que la gente se sumaba al gran enjambre de oyentes y preguntaban:

         -¿Quién está actuando?…
         Yo anticipaba cualquier respuesta y simplemente respondía:
         -La Orquesta típica de José Sala… mi papá… ¡con los vocalistas  Ricardo Argentino  y Ricardo Rojas!…

          Nunca podré olvidar aquella noche, al aire libre, en plena calle y metido dentro de tanta gente, saboreando el éxito de su estilo y musicalización… ¡Te quiero, viejo!…