Lo veo a papá buscando algunas partituras, entre los arreglos musicales que tiene sobre el piano. Toma algunos, levanta la tapa del “Steinway” vertical que adora y los coloca sobre el atril. Revisa una, otra vez y por fin comienza a ejecutar uno de los temas seleccionados. Ciertamente no recuerdo cual.

-Estás repasando o querés cambiar algo, papi?… –pregunté, simplemente por curiosidad.

Entonces yo tendría unos diez y seis o diez y siete años. Cuando el viejo se sentaba en el piano, si estaba en casa, me sentaba junto a él a escucharlo. Y después me decía:
-Ahora tocá algo vos, Cacho!…

-No!… –me respondió –Estoy viendo los tonos, por si hay que transportar algo… Va a venir un muchacho que cantó con Bianchi y quiere que le haga una prueba!…
-Quién es?…
-Se llama Alfredo Beluschi y tiene un buen registro… por eso busqué algunos temas que podría interpretar, para hacerlo lucir con la orquesta…
-Y viene ahora?…
-Dentro de un rato…

Carlos Yanel centro, José Sala y Alfredo Belusi en 1953

Y asimismo fue.
Se incorporó a la orquesta de José Sala este tremendo intérprete de voz recia. De hecho, le decían “la voz recia del tango”, entre otros títulos que el público y los medios se ocupaban de asignarle.

Alfredo había nacido en Los Quirquinchos, provincia de Santa Fe. Como buen provinciano, era una persona muy cordial y amistosa, bien apreciado por quienes compartían con él, dentro y fuera de su actividad artística. Dentro y fuera del escenario!…

Durante el tiempo que actuó con la orquesta de papá tuvo oportunidad de grabar catorce discos, entre los que se cuenta “Una Canción”, “Prohibido”, “Un Infierno” y el vals “Desde el Alma”.

Luego de una exitosa sucesión de éxitos en Rosario, Buenos Aires y diversas localidades de las provincias vecinas, se radió en la Capital Federal, integrando la orquesta del maestro José Baso y posteriormente, la de Osvaldo Pugliese.

Hoy recordamos a Alfredo Belusi, por su nombre artístico, como uno de los valores más notables de la música popular argentina, el tango, que estuvo, está y seguirá por siempre, corriendo por las venas de nuestro pueblo.