Por José Osvaldo Sala

-… ¿Tango?…

-Una esquina de barrio, cualquiera. Después del “empedrao”, el farol, la luna

grandota y, a lo lejos, el rezongo de un fuelle, dándole fondo musical a la estampa tanguera.

-Si… Y en la esquina el almacén…

-…Y los jazmines en el balcón… Fijate que es la letra de muchos tangos de los mejores años…

-¿Cuándo fueron los mejores años, antes o ahora?…

-Viejo, el tango es el de siempre… los que cambian son los músicos, las orquestas y las diferentes formas en que interpretan el dos por cuatro…

-Creo que tenés razón, puede ser un tango de los de antes pero con un nuevo estilo… moderno… contemporáneo…

-Y decime, ¿qué cambió?… La esquina está allí, como siempre. Y el farol. Y la luna y, tal vez, en lugar del fuelle que rezonga, se escucha –a lo lejos- una grabación, un “CD” de alguna gran orquesta o de un maravilloso quinteto ejecutando un inolvidable tango de los de siempre…

-¡Y bueno!… Si no tenés el farol y la luna “grandota”… ¿No es lo mismo?… ¿El tango sigue siendo nuestro?… ¿Qué pasó?…

-Nada. Que los años pasan, cambian muchas cosas en nuestras vidas, pero el tango, el tango no cambia… Puede que sea a lo antiguo, o a la época de oro, por allá en los ’40 o ’50. Triste, pícaro o fanfarrón.

-A lo mejor, escuchás alguna grabación del Maestro Francisco Canaro… O una interpretación de Tita Merello. Tenés nombres inolvidables de sus intérpretes: Juan D’Arienzo, Osvaldo Fresedo, Maderna, “Pichuco” Troilo, Franchini-Pontier, José Sala, Piazzola… pero, el tango, nuestro tango, siempre seguirá siendo el mismo tango…

-¿Y qué me decís de aquellas voces que jamás olvidaremos?…

-¿Desde Gardel?…

-Sí, desde Gardel… y vamos, que hubo muchos…

-¿Te acordás de Hugo del Carril?…

-…Y hay muchísimos que todavía siguen cantando…

-Mercedes Simone… Julio Sosa, ¿te acordás?… ¡Edmundo Rivero!…

-¡De esos no nos olvidaremos nunca!…

-¡Alfredo Beluschi!… Raúl Lavié… y…

-…pará ahí, que sería imposible nombrarlos a todos…

-…Sí. Pero yo creo que, sobre todo el tango es tristeza….

– Esa costumbre de sentirnos tristes, nostálgicos…

-Esa permanente idea que nada será como era antes…

-Pero igual, a través de los años seguirá siendo, y será, nuestra música sentimental, fanfarrón o pícaro… romántico o triste, pero siempre conmovedor…

-Por eso, amigos, después del “empedrao”… en cualquier esquina de barrio…

-…Está el farol y la luna como testigo…

-… y los compases de esa música que se cuela por las calles y el perfume inolvidable de los jazmines en el balcón. Y el tango… seguirá siendo nuestro tango.

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Nostalgias
Tango 1936
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo
Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir…
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas…
Si su amor fue “flor de un día”
¿porqué causa es siempre mía
esa cruel preocupación?
Quiero por los dos mi copa alzar
para olvidar mi obstinación
y más la vuelvo a recordar.Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración.
Angustia
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto… pronto le hablará de amor…
¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir…
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud.Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental…
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas…
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez…
Quiero emborrachar mi corazón
para después poder brindar
“por los fracasos del amor”…